Coin Press - Viaje a los orígenes: chilenos adoptados ilegalmente se reencuentran con sus familias

Viaje a los orígenes: chilenos adoptados ilegalmente se reencuentran con sus familias
Viaje a los orígenes: chilenos adoptados ilegalmente se reencuentran con sus familias / Foto: RODRIGO ARANGUA - AFP

Viaje a los orígenes: chilenos adoptados ilegalmente se reencuentran con sus familias

Cuatro décadas después de su separación forzosa, Adamary García reencontró a su madre en el aeropuerto de Santiago. Ambas se fundieron este sábado en un abrazo que selló uno de los miles de casos de bebés chilenos cedidos en adopción ilegalmente en el extranjero.

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"Ya terminó lo más difícil", exclamó Edita Bizama, de 64 años, apenas soltó a su hija. Entre ellas se hizo un silencio largo.

De 41 años, camisa blanca de mangas cortas, Adamary desembarcó junto con otras cuatro chilenas adoptadas ilegalmente en Estados Unidos.

Viajó a Santiago desde Puerto Rico, donde vive sola y trabaja en el sector financiero. Camino al reencuentro con su familia biológica, habló con la AFP en un hotel de Houston.

Se quiebra al recordar que siendo niña se enteró por azar que era adoptada, pero que por años quiso "engavetar" ese recuerdo.

"Soy afortunada. Tengo a mi mamá y a mi papá, y ahora tengo a otra mamá y tres hermanos", celebra.

En octubre confirmó su origen con una prueba de ADN. Gestionó el reencuentro con Edita a través de Connecting Roots, una fundación que desde 2021 busca a familias de chilenos raptados al nacer y adoptados en Estados Unidos.

Adamary forma parte de los 20.000 casos de pequeños separados de sus madres que se registraron entre 1950 y 1990, según un informe del entonces juez de la causa, Mario Carroza.

Hasta ahora no ha habido condenas en ningún caso.

- Manipulación -

Detrás operaba una mafia que lucraba y estaba compuesta por médicos, trabajadores sociales y jueces.

Hubo "mamás (que) escucharon a sus hijos, sabían que venían sanos y al día siguiente les decían que había muerto y no les entregaban el cuerpo", explica a la AFP Juan Luis Insunza, vicepresidente de Connecting Roots.

Otras "eran manipuladas para que los entregaran en adopción con engaños, presiones, amenazas", añade. La mayoría de las sustracciones y adopciones ilegales se produjo bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), de acuerdo con el expediente judicial.

Según Insunza, las víctimas eran mujeres pobres. Sus bebés fueron entregados a extranjeros que pagaron hasta 40.000 dólares en una adopción vestida de legalidad.

Su fundación ha resuelto 36 casos. El de Adamary y Edita comenzó a desentrañarse definitivamente a mediados de 2024, cuando la hija leyó un reportaje sobre el robo de bebés en Chile.

Aunque "ha sido complejo procesar esta nueva realidad", Adamary cree sentirse identificada "cien por ciento con Edita desde la primera videollamada: me decía 'esta soy yo, así me voy a ver (en el futuro) !Es emocionante!'".

En su relato no hay resentimiento. "Solo amor", porque tanto su madre biológica como la adoptiva "son víctimas".

- Arrebatados -

Previo al abrazo de este sábado, en el puerto de San Antonio, a 100 km de Santiago, Edita desgranó su drama frente al mar.

Recuerda que cuando su hija nació, en 1984, ella tenía 23 años, dos hijos y sobrevivía como empleada doméstica en Quintero, una localidad apartada de la capital chilena.

"Yo trabajaba para alimentar a mis hijos. No había más", cuenta a la AFP esta mujer de jeans, anteojos y gesto apesadumbrado.

Aun así decidió tener su tercera hija, pero una trabajadora social le dijo que no podría criarla por su situación.

Cuando dio a luz "ya tenían todos los trámites hechos". "Del hospital me llevaron a una oficina o un juzgado, me tomaron los datos y se llevaron a la bebé. Prácticamente me la quitaron de los brazos", solloza.

El padre de Adamary la abandonó antes de que ella naciera.

Cuatro décadas después recibió la visita de Connecting Roots. Esperó con ansias el resultado del test de ADN, pero ya tenía muy claro que Adamary era su hija. En la primera videollamada lloraron ambas.

"Me decía 'Edita, no te voy a cuestionar, porque fue un acto de amor que tú hiciste hacia mí'", recuerda que le dijo Adamary.

- "Feliz" -

En el apartamento de Doria García, una cubanoestadounidense de 80 años radicada en Coconut Creek (Florida), abundan las fotos de Adamary. También sobresalen las banderas de Cuba, Chile y Estados Unidos.

En 1984 viajó a Chile a recibir a su hija de tres meses recién adoptada, tras realizar "los trámites normales".

"Tengo grabada en mi mente la carita de ella cuando me la entregaron, con una sonrisa", evoca esta ex asistente médica.

Fue por ella que supo sobre los bebés robados en Chile.

Sin embargo, afirma que es una "alegría y una emoción" que Adamary pueda "abrazar a sus hermanos. Es maravilloso para ella" tener una "familia que de buenas a primeras aparece teniendo ella con 41 años".

T.Morelli--CPN