Coin Press - El fin de la energía nuclear en España, previsto para 2035, genera resistencia

El fin de la energía nuclear en España, previsto para 2035, genera resistencia
El fin de la energía nuclear en España, previsto para 2035, genera resistencia / Foto: Josep Lago - AFP/Archivos

El fin de la energía nuclear en España, previsto para 2035, genera resistencia

A contracorriente de una parte de la Unión Europea, que apuesta por el regreso del átomo, España mantiene su meta de poner fin a la energía nuclear para 2035, pese a la presión sobre el Gobierno para que revierta su posición.

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"La apuesta son las renovables", zanja Sara Aagesen, ministra para la Transición Ecológica de España, país que se ha convertido en uno de los líderes europeos del cambio energético.

El Gobierno de izquierdas ha asumido la posición de cerrar todas las centrales nucleares en 10 años.

Es un "cambio importante" porque implica compensar "una energía constante y predecible" por una energía "más volátil", como la solar o la eólica, explica a AFP Enric Bartlett, profesor especialista en energía en la Esade Law School.

En el apogeo del entusiasmo por la energía nuclear, en la década de 1980, España contaba con ocho centrales que le proporcionaban el 38% de su electricidad. Hoy en día, solo tiene cinco, con siete reactores que representan el 20% de su mezcla energética.

Y ese peso debería disminuir nuevamente en 2027-2028 con el cierre programado de los dos reactores de Almaraz, en la región de Extremadura, la central más poderosa del país que produce el 7% de la electricidad española y el 15% de la electricidad de Madrid.

Su cierre, aprobado en 2019 en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), recibió el visto bueno de las empresas implicadas. Pero a medida que se acerca la fecha límite, aumenta la preocupación en el sector.

- Golpe "irreparable" -

Para los defensores de la energía nuclear, la situación ha cambiado.

"Dicho acuerdo se adoptó en un contexto industrial, geopolítico, social y económico completamente distinto al actual", considera el Foro Nuclear, lobby que representa al sector.

Con la electrificación del parque automovilístico y las necesidades generadas por el auge de los centros de datos, ante el entusiasmo por la inteligencia artificial, la demanda de electricidad podría aumentar en los próximos años.

No se pueden "cerrar las centrales" sin garantizar "una alternativa viable con todas las fuentes de energía no emisoras de CO2", subraya el Foro, que advierte del posible impacto sobre el "tejido productivo" español.

Un mensaje del que se hizo eco recientemente Ignacio Sánchez Galán, presidente del gigante energético Iberdrola, que opera parques renovables pero también varias centrales: la energía atómica "es absolutamente necesaria" para "mantener las luces encendidas", afirmó.

Iberdrola y una treintena de empresas publicaron en febrero un manifiesto "en favor de la extensión de vida de las centrales nucleares".

"El desmantelamiento prematuro de estas infraestructuras supondría un golpe económico y social irreparable" para España, advirtieron.

- Apagar "el futuro" -

El Gobierno del socialista Pedro Sánchez también enfrenta la ofensiva del Partido Popular (PP, derecha), el principal de oposición, que acaba de hacer aprobar en el Parlamento una resolución que pide imitar a los vecinos europeos.

A principios de febrero, Bélgica anunció su intención de prolongar la vida de sus reactores. Suecia y Países Bajos han lanzado nuevos proyectos de centrales, mientras que Italia baraja la posibilidad de volver a la energía nuclear, 25 años después de haber desactivado sus últimos reactores.

"No podemos permitir que el Gobierno apague el futuro de España", lanzó durante una visita a la central de Almaraz la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, figura ascendente de la derecha.

España "no está preparada para reemplazar la energía nuclear", dijo Ayuso, que advirtió del posible aumento de las tarifas eléctricas, que podría alcanzar el 23% para los hogares y el 35% para las empresas, según un estudio de PwC.

Ante la resistencia, la ministra Aagesen ha sido prudente en las últimas semanas, recordando que fueron las empresas las que decidieron "el calendario de cierre" e insistiendo en la solidez del sistema eléctrico español.

Si para 2035 "tenemos la potencia instalada, las redes de transporte y el almacenamiento adecuados (...) el plan de cierre debiera poder continuar sin perturbaciones", estima Bartlett.

"Pero hay que aumentar significativamente la inversión", apunta.

M.Davis--CPN